«¿Cómo fuimos tan necios de dejar languidecer la Laboral?», pregunta Vigón Los presidentes de Fade y Caja España destacan que «el espíritu de la institución destaca por impulsar el esfuerzo y el sacrificio» «¿Cómo fuimos tan necios de dejar languidecer la Laboral?». El presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade), Severino García Vigón, formuló ayer la pregunta ante los asistentes a la clausura de la I Jornada para Emprendedores organizada por la Asociación de Antiguos Alumnos de la Laboral. «Los emprendedores salidos de la institución, que acogió a más de 1.000 estudiantes internos llegados a Gijón desde todas las comunidades, han dejado una huella imborrable en el panorama empresarial de toda España», argumentó Vigón, quien habló de tiempos en los que «haber pasado por la Laboral era un marchamo que las empresas tenían en cuenta a la hora de contratar. Porque eran los mejores». Pero la institución, en la que la Compañía de Jesús forjó entre 1953 y 1978 «un recio espíritu de superación» entre cientos de alumnos de familias humildes, «se dejó languidecer» y, al marchitarse, «llegó el despilfarro que supuso la edificación de un nuevo campus teniendo tan cerca unas instalaciones como ésas», cargó el presidente de la Fade. Por eso, reclamó Severino García Vigón, «en tiempos de una distancia enorme entre la formación que se imparte y las necesidades reales de la empresa, no estaría de más un sencillo acto de contricción por los despropósitos derivados de los sectarismos». Cantera de emprendedores De esa «verdadera cantera de emprendedores, de la que se obtuvo una cosecha amplia y generosa», salieron también los participantes en la mesa redonda que ayer centró buena parte de la jornada: 'La empresa hoy. Por qué me hice empresario', que fue moderada por Ángel González, subdirector de EL COMERCIO y alumno de la promoción de 1983. Allí estuvo el presidente de Caja España, Santos Llamas, quien coincidió con todos sus compañeros de formación en que «el espíritu de la institución destaca por la capacidad de esfuerzo y sacrificio», valores que iban a acompañar a aquellos chavales en su camino hacia el éxito empresarial y a marcar toda su vida. «Hay dos tipos de trabajadores: aquellos que tienen miedo de que la empresa los despida y aquellos otros con los que la empresa tiene miedo de que se marchen», definió Antonio López Varela, gerente de la ingeniería Meyme, la pasta de la que están hechos los antiguos alumnos de la Laboral. Varela defendió además que «un país no puede vivir de subvenciones» y que «España es un territorio de pequeñas empresas», que «son las que más están sufriendo con la crisis», apuntó el gerente de Cimisa, Ricardo García Rodríguez. La fórmula para poder salir del hoyo la tiene el director gerente de Valnalón, José Manuel Pérez, 'Pericles': «El futuro es trabajar con la gente joven. La educación emprendedora es básica. Desde Primaria». Porque, como explicó Luis Serrano Martín, consejero de Campofrío, «las personas son lo más importante de una empresa».