El pasado viernes se presentó el film EL SUEÑO DE LUIS MOYA en el Teatro de la Universidad Laboral de Gijón. Tanto la presentación como el coloquio posterior fueron seguidos con sumo interés por los AAULG presentes. En el mismo participaron los realizadores Francisco Vidal y Manuel García, el arquitecto Antón Capitel, experto en la figura de Luis Moya; el también arquitecto Vicente Diez. Feixat, hijo de José Diez Canteli, arquitecto jefe de obra en la Laboral con Luis Moya; Javier Morán, periodista, experto en la ULG y Luis Fernández, antiguo alumno y profesor de FP.

Fué una gran ocasión para constatar la magnitud del proyecto social, educativo y arquitectónico que supuso la Universidad Laboral de Gijón.

Fué también un reencuentro espiritual con todos los que hicieron posible aquello. Muchas veces hemos visto reflejado en la majestuosidad del monumento el deseo de los trabajadores de un mejor futuro para sus hijos. Sabemos que la Universidad Laboral de Gijón es un monumento al trabajo, que dentro de sus piedras nos manifiesta a cada paso el latido de una vida que impulsó ese proyecto desde hace muchos años y que se sobrepone y supera  los sucesivos cambios  y mixtificaciones.

Ayer todos los AAULG presentes tuvimos un recuerdo para nuestros padres por un motivo u otro. Vicente Diez Feixat, hijo de José Diez Canteli, se sentó justo debajo del fresco de Enrique Segura que ahora oculta una concha de madera y en donde su padre, D. José, aparece retratado junto con otros artífices del proyecto de la Universidad Laboral. Don José, a sus más de 90 años , goza de buena salud y memoria, aunque su retrato no pueda mirarse con las gentes que visitan el Teatro que fué una de sus obras dentro del gran proyecto de colaboración con Moya, que también aparece en el fresco citado.

Cuando se apagaron las luces en el Teatro, los dos, Luis Moya y José Diez Canteli debieron de salirse del cuadro y darse un fuerte abrazo. Deben ser milagros que ocurren entre bambalinas cuando se escucha tan de cerca a personas como Anton Capitel, Vicente Diez Feixat, Luis Fernández o Javier Morán. Todo gracias a dos jóvenes realizadores: Manuel García y Francisco Vidal que se han aproximado a la Laboral desprovistos de incuria o revancha y llevados por la curiosidad normal de quien, viviendo en Gijón, se pregunta porque´y para que se hizo aquello en el Valle de Cabueñes hace 57 años. Tienen la sensación de que algún capitulo de la historia se ha evaporado. Y la historia no les "cuadra". Es para desearles suerte. Por ese camino suele llegarse a diferenciar la historia real de la propaganda tendenciosa y adoctrinadora.

El film se va a proyectar en otros lugares de España. Pero podemos aseguraros que será dificil que se superen las emociones de verlo en nuestro Teatro. Al apagar las luces pareció que seguía la fiesta detrás de la impersonal concha de madera que cubre la embocadura del escenario. Debió de ser que los personajes del cuadro de Enrique Segura cobraron vida por un día y seguro que lo estaban celebrando.

Un periódico local lo cuenta de otra manera. Puedes verlo aquí.